lunes, 8 de abril de 2013

Enfurecerse regala años de vida extra

Sentir ira puede traer beneficios, desde disminuir el riesgo de enfermedades, hasta contribuir a grandes cambios sociales.


ira
La ira  es la represión  por no conseguir lo que se desea  o por  no lograr la aprovocación de algo. Esta es vista como un acto dañino que afecta a la sana convivencia de las personas. Y aunque es cierto que esta puede ser perjudicial si no es controlada. Nuevos estudios muestran que sentirla podría generar varias ventajas  en el individuo y la sociedad. 



Steve Yeschek, especialista de la Asociación Nacional del Manejo de la Ira, en Estados Unidos, afirma que este estado de ánimo “podría ser una fuerza positiva para el cambio y ayudar a las personas a enfocarse en una meta o a solucionar un problema”. 



Esto demuestra que las personas  irascibles pueden  llegar a ser más optimistas y visionarios que las personas alegres. Esto se debe a los cambios que genera la rabia en el cuerpo, ya que llega más sangre al cerebro y activa la región relacionada con los sentimientos de felicidad y sosiego.

Existen dos tipos de rabia “la buena” que es controlada por la racionalidad  y el juicio moral y la “mala” que no tiene propósito alguno y lleva a la destrucción. Por esto Yeschek apunta a la “ira buena” que genera la solución problemas y la orientación a  cambios sociales.



Expresar las emociones resulta fundamental para el ser humano, la represión de estos y en especial la ira  puede incrementan el riesgo de desarrollar enfermedades cardiacas o cáncer. Así lo demostraron los científicos de la Universidad de Jena, en Alemania, al entrevistar a 6.000 individuos.   vermas



Sentir rabia e ira es tan importante para las personas como saber controlarla y saber responder a la de los demás. Todo esto lleva a pensar que la ira no puede ser ignorada, como promueven muchas religiones y grupos pacifistas. Su manejo es sustancial en la medida que representa una manera de fomentar comportamientos positivos y mejorar las relaciones en la sociedad. 

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